Juliaca, San Román, Puno. El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, conocido como «Porki», tuvo un recibimiento hostil en su visita a Juliaca, Puno. Su llegada estuvo marcada por el rechazo de la población, que le reprochó su papel durante las protestas sociales y sus comentarios despectivos hacia los puneños que participaron en las movilizaciones contra el gobierno de Dina Boluarte.
En el momento en que López Aliaga saludaba a militantes de Renovación Popular, un grupo de manifestantes le arrojó orina, generando un ambiente de repulsión. A pesar de este incidente, el alcalde de Lima inauguró de manera breve el Hospital de la Solidaridad en Juliaca, sin hacer mención al desagradable recibimiento. Posteriormente, ofreció una conferencia de prensa en el séptimo piso del edificio de la calle Raúl Porras 226.Al salir de la ceremonia, López Aliaga fue abucheado por un grupo de manifestantes que le lanzaron objetos y quemaron llantas. La población no le perdonó que la Municipalidad de Lima Metropolitana haya decretado en febrero de 2023 que el centro histórico de Lima se declarara «Zona intangible para las marchas, manifestaciones y concentraciones públicas», medida que consideran restrictiva y discriminatoria. Además, lo tildaron de «traidor» por sus expresiones contra los manifestantes que llegaron a protestar en la capital.
La visita de López Aliaga a Juliaca dejó en evidencia la profunda polarización que existe en el país, y el rechazo que genera en algunos sectores su postura frente a las protestas sociales.
