Juliaca, San Román, Puno. El caso del bombero voluntario Miguel Antonio Zúñiga Hinojosa (33), quien falleció el pasado 21 de abril de 2024 en su vivienda de la avenida Túpac Amaru de Juliaca, ha dado un giro inesperado. Lo que inicialmente se manejó como un suicidio, ahora se investiga como un posible homicidio.
El peritaje policial realizado a las manos del fallecido y de su pareja, Yanira Cusacani Chávez (32), arrojó resultados sorprendentes. La prueba de absorción atómica de disparo por arma de fuego dio negativo para el bombero, es decir, no disparó el arma. Sin embargo, la prueba arrojó positivo para la pareja en ambas manos, lo que ha generado fuertes sospechas sobre su posible participación en el deceso.
La Fiscalía solicitó una detención preliminar para la mujer, pero el Poder Judicial la desestimó. Cusacani Chávez declaró a las autoridades que ese día, Zúñiga Hinojosa llegó a la casa en la mañana y ella le reclamó por haber estado tomando durante tres días. Luego, él subió a su habitación. Según su testimonio, ella se encontraba en la cocina cuando escuchó un ruido fuerte y al subir a la habitación encontró a su pareja en un charco de sangre.
El fiscal a cargo de la investigación, Edgar Machaca Mamani, ha iniciado una investigación por el presunto delito de parricidio contra la viuda del bombero. Se espera que el Ministerio Público presente nuevas solicitudes al Poder Judicial para esclarecer las circunstancias del fallecimiento de Zúñiga Hinojosa.
